Aula Socrática I: LA VERDAD COMO IDEAL EDUCATIVO

AULA SOCRÁTICA I: EL PERFIL DEL EDUCADOR Y SU  AMOR POR LA VERDAD
 Pintura "La muerte de Sócrates" de Jaques-Louis David
                                                                                                      
      En un mundo de frágiles ideales, Sócrates eligió la verdad como ideal de vida. Filósofo - educador; su filosofía era educativa; su vocación, enseñar a reflexionar. Pero reflexionar es un peligro para quienes, corruptos, requieren rodearse de mentes quietas, anquilosadas, laxas o entretenidas con el mero espectáculo.  Sócrates, era un problema; pues por sobre toda comodidad, popularidad, ascenso social o material, tenía convicciones.  Su compromiso con la verdad le exigió llevar su genialidad hasta el heroísmo: renunciar al ofrecimiento de la vida si ello le implicaba traicionar la búsqueda y enseñanza de los máximos valores. ¿En un mundo positivista, historicista y pragmatista; es posible elegir la verdad como ideal de vida? ¿Cuál es el reto del educador actual y para lograrlo, qué características debe poseer su perfil? ¿Se puede tener convicciones y ser pluralista y entrar en diálogo con el otro?
Tres atenienses – el poeta Meleto, el político Anito y el orador Licón- llevaron a Sócrates ante un tribunal conformado por quinientos hombres quienes, elegidos al azar, por 280 votos versus 220, le condenaron a muerte. Sócrates no era de gusto popular; sus constantes interrogantes, en busca del sentido y de la sensatez, echaban por tierra muchas de las opiniones generalizadas que dirigían la vida ateniense; sus cuestionamientos, eran un riesgo… Alain de Botton, en uno de sus viajes, se encuentra con la pintura “La muerte de Sócrates” de Jaques-Louis David; su impresión da lugar a múltiples reflexiones; acaso –dice- la razón fuera “el agudo contraste entre el comportamiento que retrataba y el mío propio.  En las conversaciones, mi prioridad era gustar más que decir la verdad. (…) No se me ocurría poner en duda públicamente ideas que gozasen de común aceptación.  Perseguía la aprobación de figuras de autoridad… Pero el filósofo no se había doblegado ante la impopularidad y la condena del Estado.  Además, su confianza brotaba de un manantial más profundo que la bravura o la exaltación impetuosa.  Se cimentaba en la filosofía” (“Las consolaciones de la filosofía”. Ed. Santillana, Madrid, 2002, pág. 16-17).  Más adelante, De Botton agrega “En toda sociedad se manejan nociones referentes a qué creer y cómo comportarnos con el fin de evitar la desconfianza y la impopularidad (…) forma de vestir, los valores económicos que deberíamos adoptar, las personas a las que deberíamos apreciar (…)” (Ibíd. pág. 19)  ¿Cuáles son las convenciones que hoy gozan de popularidad y que volverían, tal vez, a condenar a Sócrates?¿Qué es lo que hoy hay o no hay que decir, hacer, pensar, sentir o creer para ser popular; o acaso la popularidad hoy no es importante?

               Fácil es hablar pero difícil es saber de lo que se habla y a esto último era a lo que Sócrates instaba. Para él,  la opinión incluso verdadera era insuficiente, si no se podía justificar a través de sus por qué y dar razón de ella ante sus posibles objeciones: Conocer, decía, implica comprender por qué algo es verdadero y por qué sus alternativas son falsas. Precisamente, dar razones de lo que se dice, no es bienvenido en mundos donde tienen éxito los opiniólogos y lo correcto o incorrecto se decide por mayorías…20 votos decidieron la muerte de Sócrates. Para Atenas, la opinión de la mayoría se equiparaba a la verdad. ¿Qué es, entonces, lo que actualmente debe preocuparnos: La cantidad de gente que se opone a lo que pensamos o hasta qué punto cuenta con razones para pensar así?
Sócrates, era un peligro para esa Atenas gobernada por  los sofistas; más aún por sus innatos dones de educador.  Romano Guardini, refiriéndose a esto decía: “No todas las personalidades facilitan en la misma medida lo que se puede llamar “encuentro”, pues éste supone un carácter especial.  Un hombre puede poseer admirables cualidades, pero tan peculiares que establezcan una barrera entre él y quien se le aproxime.  Otros logran influir más intensamente, pero sólo a través de sus creaciones, mientras que ellos mismos, personalmente, se retiran del todo.  Por otra parte están aquellos que cautivan humanamente, pero que más allá de eso no significan nada. “(“.La muerte de Sócrates”. Ed. Emecé, Buenos Aires 1960, Pág. II)   Sócrates, se constituye en personaje cuyas ideas y actitud se universalizan, salvando siglos y distancias.  Romano Guardini lo describe como “abogado del puro entendimiento”; “pregonero del amor”; “filósofo crítico”, “guiado por dictados numinosos”; “ético práctico” y “visionario que se siente atraído por las esencias eternas”… Pues bien, a tan gran maestro, gran discípulo; pues sólo un igual puede comprender la grandeza del hombre, del pensador y del educador.  Tal relación es la que simbolizan Sócrates y Platón, seres que comparten un mismo ideal, aun cuando sus ideas difieran y, aunque podríamos conformarnos diciendo que ambos dedican sus vidas a la búsqueda de la verdad; debemos agregar que  a ambos no les es suficiente, pues  por sobre todo les interesa el tipo de hombre que busca la verdad: Tal vez por ello,  para expresar sus ideas recurren al diálogo, al mito, al caso o ejemplo, a la interrogante, a la ironía; en fin, a todo aquello que pueda despertar el alma  humana y disponerla al saber.
Reflexionemos sobre algunas de las palabras expuestas por Sócrates, cuando se defendiera en los Tribunales                 (Cf. “Apología de Sócrates de Platón.)
  Texto completo en:http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Platon/Platon_ApologiaSocrates.htm   

Sobre la ignorancia de muchos…
“Tras los políticos, acosé a los poetas; me entrevisté con todos: con lo que escriben poemas, con los que componen ditirambos o practican cualquier género literario, con la persuasión de que aquí sí me            encontraría totalmente superado por ser yo muchísimo más ignorante que uno cualquiera de ellos. Así, pues, escogiendo las que me parecieron sus mejores obras, les iba preguntando qué querían decir. Intentaba descifrar el oráculo y, al mismo tiempo, ir aprendiendo algo de ellos.
Pues sí, ciudadanos, me da vergüenza deciros la verdad, pero hay que decirla: cualquiera de los allí presentes se hubiera explicado mucho mejor sobre ellos que sus mismos autores. Pues pronto descubrí que la obra de los poetas no es fruto de la sabiduría, sino de ciertas dotes naturales, y que escriben bajo inspiración, como les pasa a los profetas y adivinos, que pronuncian frases inteligentes y bellas, pero nada es fruto de su inteligencia y muchas veces lanzan mensajes sin darse cuenta de lo que están diciendo. Algo parecido opino que ocurre en el espíritu de los poetas. Sin embargo, me percaté de que los poetas, a causa de este don de las musas, se creen los más sabios de los hombres y no sólo en estas cosas, sino en todas las demás, pero que, en realidad, no lo eran.
                               Y me alejé de allí, convencido de que también estaba por encima de ellos, lo mismo que ya antes había            superado a los políticos.”

Sobre los discípulos.
“Por otra parte, ha surgido un grupo de jóvenes que me siguen espontáneamente, porque disponen de más tiempo libre, por preceder de familias acomodadas, disfrutando al ver cómo someto a interrogatorios a mis interlocutores, y que en más de una ocasión se han puesto ellos mismos a imitarme examinando a las gentes. Y es cierto que han encontrado a un buen grupo de personas que se pavonean de saber mucho pero que, en realidad, poco o nada saben.  Y en consecuencia, los ciudadanos examinados y desembaucados por éstos se encorajinan contra mí - y no contra sí mismos, que sería lo más lógico -, y de aquí nace el rumor de que corre por ahí un cierto personaje llamado Sócrates, de lo más siniestro y malvado, corruptor de la juventud de nuestra ciudad.”

La vocación de un educador.
“(…) si a mí, después de todo esto, me dijerais: "Sócrates, nosotros no queremos hacer caso a Anitos y           te absolvemos, pero con la condición de que no molestes a los ciudadanos y abandones tu filosofar; si en otra ocasión te encontramos ocupado en tales menesteres, entonces te condenaremos a morir". Si vosotros me absolvierais con esta condición, os replicaría: Agradezco vuestro interés y os aprecio, atenienses, pero prefiero    obedecer antes al dios que a vosotros, y mientras tenga aliento y las fuerzas no me fallen, tened presente que no dejaré de inquietaros con mis interrogatorios y de discutir sobre todo lo que me interese, con cualquiera que me encuentre, a la usanza que ya os tengo acostumbrados.
Y aún añadiría: Oh tú, hombre de Atenas y buen amigo, ciudadano de la polis más grande y renombrada por su intelectualidad y su poderío, ¿no te avergüenzas de estar obsesionado por aumentar al máximo tus riquezas y, con ello, tu fama y honores, y de descuidar la sabiduría y la grandeza de tu espíritu, sin preocuparte de engrandecerlas? Y si alguno de vosotros me lo discute y presume de preocuparse por tales cosas, no le dejaré marchar, ni yo me alejaré de su lado, sino que le someteré a mis preguntas y le examinaré, y si me parece que no está en posesión de la virtud, aunque afirme lo contrario, le haré reproches porque valora en poco o en nada lo que más estima merece, y a ello prefiere las cosas más viles y despreciables.
Éste será mi modo de obrar con todo aquel que se me cruce por nuestras calles, sea joven o viejo, forastero o ateniense, pero preferentemente con mis paisanos, por cuanto tenemos una sangre común. Sabed que esto es lo que me manda el dios. Enteraos bien: estoy convencido de que no ha acaecido nada mejor a esta polis que mi labor al servicio del dios.  En efecto, yo no tengo otra misión ni oficio que el de deambular por las calles para persuadir a jóvenes y ancianos de que no hay que inquietarse por el cuerpo ni por las riquezas, sino, como ya os dije hace poco, por conseguir que nuestro espíritu sea el mejor posible, insistiendo en que la virtud no viene de las riquezas, sino al revés, que las riquezas y el resto de bienes y la categoría de una persona vienen de la virtud, que es la fuente de bienestar para uno mismo y para el bien público. Y si por decir esto corrompo a los jóvenes, mi actividad debería ser condenada por perjudicial; pero si alguien dice que yo enseño otras cosas, se engaña y pretende engañaros.
Resumiendo, pues, OH atenienses, creáis a Anito o no le creáis, me absolváis o me declaréis culpable, yo no puedo actuar de otra manera, aunque mil veces me condenarais a morir.”
    
                Antístenes, tuvo el privilegio de estar junto a Sócrates el día que éste debió traspasar los umbrales de la vida y entregar sus últimas enseñanzas; no sólo a través de sus palabras sino de su actitud ante la vida y ante la muerte: serenidad, coraje, reciedumbre:

                “Yo voy a sufrir la muerte, a la que me habéis condenado, pero ellos sufrirán la iniquidad y la infamia a que la verdad les condena (…). Vosotros también, OH jueces míos, debéis tener buena esperanza ante la muerte y convenceros de una cosa: que no hay mal posible para un hombre de bien, ni durante esta vida, ni después en el reinado de la muerte, y que los dioses jamás descuidan los asuntos de los hombres justos. Lo que me ha sucedido a mí no es fruto de la casualidad; al contrario, veo claramente que morir y quedar libre de ajetreos era lo mejor para mí. Por esa razón en ningún momento me ha disuadido la voz del genio; también por esa razón yo no estoy enojado contra mis acusadores ni contra los que me han condenado, aunque ninguno de ellos quería hacerme un bien, sino un mal, lo que les echo en cara.  Y ahora debo pediros un último favor: cuando mis hijos se hagan mayores, atenienses, castigadles, como yo os he incordiado durante toda mi vida, si pensáis que se preocupan más de buscar riquezas o negocios que de la virtud. Y si presumen de ser algo, sin serlo de verdad, reprochádselo como yo os he reprochado, y exigidles que se cuiden de lo que deben y que no se den importancia, cuando en realidad nada valen. Si hacéis esto, ellos y yo habremos recibido el trato que merecemos.  No tengo nada más que decir. Ya es la hora de partir: yo a morir, vosotros a vivir. ¿Quién va a hacer mejor              negocio, vosotros o yo? Cosa oscura es para todos, salvo, si acaso, para el Dios”
                                              
Cuánta razón en las palabras de Antístenes: “Las ciudades perecen cuando no saben distinguir los buenos de los malos»

La mayéutica.
                Para Sócrates, el educador no es alguien que entrega una verdad para que otro la reitere, sino que es quien, a modo de una partera (mayeuta), ayuda al educando a dar a luz la verdad.  Son las preguntas las que mueven al alma para que ya despierta escudriñe, indague y descubra por sí misma la verdad. Sólo se requiere ser conscientes de la verdad allí, presente, acogerla y saber enunciarla.  Dar razón de la verdad acogida y de su incuestionabilidad ante posibles alternativas, dar razón de la insensatez de aquellos supuestos u opiniones generalizadas que subyacen a la vida, son partes del camino Socrático que Alain de Botton, explicita y ordena muy pedagógicamente en su libro “Las consolaciones de la filosofía”. (Ed. Punto de lectura, España 2002, págs. 39 al 41); sobre lo cual volveremos en las “REFLEXIONES” de esta Aula que ahora entenderán por qué las he llamado “AULAS SOCRÁTICAS”

Contraria a la educación es la manipulación

La palabra y el educador
   Pareciera que ya no somos “hombres de palabra”; que la palabra no es promesa; que no representa, ni presenta. Las palabras han perdido fuerza; algunas más que otras y ello no ha sido simple consecuencia del juego del tiempo. El problema no se reduce a un problema de palabras: nos presentamos a través de palabras; pensamos con palabras; con ellas comunicamos ideas, creencias, sentimientos; creamos un poema y conformamos ámbitos de existencia. Si la palabra pierde fuerza o se hace imprecisa, también pierde fuerza y se hace impreciso su sentido.- El sentido de la palabra está más allá y más acá de ella misma: expresa el diálogo yo y tú o nosotros en y ante la realidad. La palabra encuentra su sentido en su trascendencia: en la realidad que da un carácter o sentido único a su significación abstracta y universal.
     Por lo pronto, podemos asegurar que sólo un hombre de palabra puede educar y educarse; pues si la palabra no nos instala en la realidad, nos distancia de ella; nos desarraiga. El hombre desvinculado, sin perspectiva; el que llena las palabras sólo con palabras; el hombre de fórmulas sin sentido: ese es el hombre erudito, el hombre de consensos, el hombre de instrucción sin educación. Es el hombre que puede hablar del amor sin amar o ser médico sin respetar la vida.

Educación y manipulación
     Uno de los grandes riesgos que debe enfrentar el educador, si quiere educar al “hombre de palabra”, es la manipulación que se intenta lograr a través del lenguaje. Se trata de la manipulación más efectivamente perversa; por cuanto es subrepticia y apunta directamente a la capacidad de pensar y comunicarse. Aquí, analizaremos algunas estrategias de manipulación, pues al hacerla consciente, se impide su actuar subrepticio y, por lo mismo, sus efectos.

A) Manipulación a través del lenguaje. Se trata de planteamientos que subyugan, impiden pensar, arremeten contra la libertad de realización personal, a la educación, a la creatividad:
a.1 Términos o palabras talismán: Se trata de términos contaminados por un historial de uso que llega al abuso de los mismos. El manipulador los usa porque sabe que son aplaudidos o rechazados de antemano. Por lo mismo, son ambiguos o faltos de precisión, para así acomodarlos a las conveniencias del orador quien opera con celeridad para no dejar tiempo a la reflexión o cuestionamiento. Ejemplo de esto son los términos libertad, igualdad, democracia, progreso, cambio, obligación, tradicional, etc.
a.2 Esquemas mentales: Se trata de llevar al interlocutor a esquemas dualistas de respuesta preconcebida que le impedirán inteligir y valorar la complejidad y riqueza de la realidad personal y del universo. Ej. ¿Actúas libremente o por obligación?
a.3 Procedimientos estratégicos: Se pasa del singular al colectivo según las conveniencias o se repiten constantemente ideas o imágenes ideológicas: Ejemplo: proclamas, consignas, eslóganes que conforman la opinión de la masa.

B) Manipulación a través de estrategias psicológicas.
b.1 Distracción: Consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes, mediante continuas distracciones e informaciones insignificantes. "Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener el público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja con los otros animales." (Cita del texto "Armas silenciosas para guerras tranquilas")
b. 2 Creación de problemas, para luego ofrecer soluciones: Método también denominado "problema-reacción-solución". Se crea primero un problema para suscitar una cierta reacción del público, a fin que sea éste el que demande medidas que desde antes se desean imponer. Ejemplo: Se crea una crisis económica para hacer aceptar como mal necesario el retroceso de derechos sociales.
b.3 Aplicación gradual o diferida: Para hacer aceptar una medida inaceptable, es suficiente aplicarla progresivamente, en "degradado". Así, por ejemplo, se puede llevar al menoscabo moral o económico a todo un gran grupo social; lo que habría provocado su rebelión si se hubiera hecho de forma inmediata. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es presentarla como algo "doloroso pero necesario", que se deberá aplicar en el futuro pero cuyo acuerdo se obtiene en el presente. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato.
b.4 Infantilizamiento: La mayoría de los spot de publicidad dirigida al gran público utiliza un discurso, argumentos, personajes, y un tono particularmente infantil, como si el espectador fuera un niño de baja edad. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador u oyente, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Así, al dirigirse a una persona como si fuera menor, por sugestión, se le conduce a respuestas irresponsables, desprovistas de juicio.
b.5 Emocionalización: Hacer uso del aspecto emocional es una para dificultar el análisis racional y, consecuentemente, todo sentido crítico. De este modo, se facilita el acceso al inconsciente para implantar o insertar ideas, deseos, miedos, pulsiones o inducir comportamientos...
b.6 Promoción de la Mediocridad: Promover programas y medios en general cada vez más simples, superficiales y mediocres; de forma ir creando una masa no pensante, fácil de manipular. Promover al público a encontrar "cool" (bien) el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto...
b.7 Incrementar el sentido de culpabilidad contra quienes no se pueden defender: Hacer creer que unos pocos o la anónima “gente” son responsables de la desgracia de muchos. Así, en vez de rebelarse contra los responsables reales, se desvía la atención y las represalias contra fantasmas.
b.8 Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen: Los avances tecnológicos, sobre todo en psicología y mercadotecnia, permiten conocer mejor las necesidades y motivaciones de la gente para seducirlos como consumidores. Ej. El mismo líquido se deposita en envases redondos o cuadrados según se venda a mujeres u hombres. Se incentiva el autoservicio del comprador porque el tener a la mano el consumo, lo hace más apetecible y deja más expuesto a las ansiedades no dominables.
b.9 Reforzamiento Positivo, Negativo: Se recompensa la respuesta que conviene al manipulador, se quita una situación que “molestaba”. Ej. "Si respondes lo que deseo, te dejo ver televisión" o "Si te comportas como quiero, te quito el 1.0 que te puse". B. F. Skinner fue quien dio especial énfasis a este condicionamiento.
b.10 Reforzamiento por contigüidad: Se coloca tantas veces un estímulo junto al otro que se pasa el poder de uno al otro, provocando la misma respuesta. Ej. Se pone al lado de un desodorante la imagen de seducción, de tal modo que el cliente siente que está comprando seducción. J. B. Watson fue quien investigó este condicionamiento, a partir del conocido experimento de Pavlov.

                Perversión del manipulador: El manipulador reduce las comunidades a meras masas, para lo cual debilita la capacidad creadora de cada una de las personas y las orienta hacia diversas formas de vértigo y no de éxtasis.  Sólo la educación puede ir contra la manipulación. Tengamos presente que: 1) La manipulación por definición es subrepticia; conociendo sus mecanismos deja de ser tal. 2) Pensar con rigor, no prejuzgar, saber utilizar el lenguaje con precisión. De esta forma, el manipulador no puede lograr sus efectos. 3) Vivir creativamente implica escuchar en forma activa, pedir razones, tener estilo, recrear lo creado y tener convicciones.

Actividades Aula I

Para realizar estas actividades, primero deben leerlas, entenderlas y discutirlas con los otros integrantes del equipo. Pueden decidir trabajar todas las preguntas en conjunto, o bien, dividirse el trabajo.  Las respuestas deben hacer uso del lenguaje filosófico en forma correcta, considerando las materias a estudiar en la Primera y Segunda Unidad.
 1.         Enuncie las ideas principales.  El día de la exposición deberá proyectarlas, explicarlas y, si es importante, ejemplificar. 
 2.         Busque una obra de arte que exprese alguna de esas ideas.  Fundamente su elección, analizando la obra de arte presentada.
 3.         Elabore un ensayo que exprese su pensamiento, preocupaciones, propuestas, anhelos, visión, retos educativos, etc., considerando las ideas expuestas en 1.
 4.         Aproximación a la mayéutica (método empleado por Sócrates):
                • Elija un enunciado, de interés filosófico - educativo, que sea de aceptación generalizada (Ej. Las personas instruidas son más valiosas para la comunidad)
                • Dé por supuesto que el enunciado es falso. Busque, en su realidad circundante, al menos 3 situaciones en las que el enunciado no resulte verdadero; expóngalas. (Ej. Fue una persona instruida, quien inventó la bomba atómica. Hitler era una persona instruida. María de los Ángeles, apodada "La Quintrala", siendo una persona instruida, mandó asesinar a su propia familia; etc.)
                • Si encuentra una o más situaciones que demuestren la imprecisión del enunciado, intente ahora una formulación más precisa del mismo, considerando lo descubierto por usted en el paso anterior. (Ej. Dado que la instrucción es un medio, el buen o mal uso de la misma, depende de la moralidad del instruido).
  5. Todo educador tiene un ideal de hombre que será su idea modelo educativo.
a) ¿Cuál es el hombre que usted aspirará a formar? Enuncie, explique, fundamente al menos tres de las características que deben conformar ese ideal educativo.
b) ¿Cuál es el mundo en que deberá desempeñar la difícil tarea de educar? Enuncie, fundamente y ejemplifique al menos tres características de este mundo, que sean importantes de considerar por todo educador
c) Realice estas mismas  preguntas (5 a y b) a un educador  y a un profesional distinto. Transcriba su respuesta y comente.
 6.  Realicen un dossier con ejemplos de las diversas formas de manipulación, de tal modo proyectarlas.